Inspirado en Jem y Will "La princesa mecánica"- Los Orígenes por Cassandra Clare
Tu habitación está desierta, hermano, el sonido de las notas,
que tan maestramente creabas, se encuentra apagado, y el violín en un rincón
olvidado del oscuro salón en el que ya nunca más te veré sentado, aunque el
fuego que nos tumbábamos a contemplar parece no notar nuestra falta. Tu
ausencia pesa, duele más que las heridas con las que he tenido que cargar
durante toda una vida, y aún así oigo, irónica, tu voz en alguna parte de mi
cabeza, aconsejándome, guiándome, tomando la forma de una estrella lejana que
nunca más podré alcanzar. Te vas a la oscuridad, a vivir solo, a un lugar donde
los huesos son tu única compañía, abandonas el bando de los vivos para
protegernos, para habitar en la delgada frontera con los muertos, sin alcanzar
nunca ese estado. Ahora no perteneces a ningún mundo, los dos te han dado la
espalda. Y resulta irónico, que aún así, tú vayas a vivir más que yo, pero es
tranquilizador saber que aunque pasen años tras mi muerte, serás tu el que
continúe allí donde yo lo dejé, el que triunfe donde yo fallé, el que se
levante donde yo caí, el que grite donde yo me callé… pero el que ame lo que yo
amé.
Tu habitación está desierta, hermano, hasta que puedas
volver, y desalojes de cada esquina el frío que ha hecho de ella su hogar y su
morada.
Tu habitación está desierta, hermano, hasta que la rueda de
la vida se cierre por fin.
Tu habitación está desierta, hermano, pero solo me queda una
cosa por decir, por y para siempre; ave atque vale.
0 comentarios:
Publicar un comentario