-->
 

lunes, 15 de agosto de 2016

En la sangre

2comentarios
No es el rencor del acero lo que mata,
ni siquiera las ganas
locas
de huir.
Son los pasos tejidos en torno a
nuestro cadáver,
las luces
apagadas en el dormitorio,
tus camisas nuevas
como alfombra
para mis tacones y
tu perfume
de cadáver florido.
No son nuestros cuerpos enterrados,
es la carne
puesta a secar
como las sábanas
los domingos de
misa.
No son nuestros hijos malditos,
es el vientre
profano e
infértil,
es la madre
del monstruo eléctrico
que te mata,
a ti,
al padre.
No es la sagrada familia,
es la vergüenza
del terreno
baldío
y la sed
de la herencia
bautizada.
No soy yo ni eres tú,
es el bestial
asesinato
de la
inmortalidad.

Licencia de Creative Commons
 

''Stop! It's Tea Time'' © 2010

Blogger Templates by Splashy Templates