Inspiraciones:
Entre la Parca y la pared
Siempre entre la vida y la muerte, siempre entre el cielo y
el infierno, siempre mostrando el camino. Soy la que acabo con las luchas por
la supervivencia, la que se lleva tanto a los que han perdido la batalla como a
los que querían ganarla, porque la victoria no les pertenece a ellos. Soy el
árbitro que decide cuándo ha terminado el partido y cuándo hay prórroga. Soy la
única que imparte verdadera justicia. Y aún así, estoy en la más absoluta
oscuridad.
Un nuevo nombre apareció en la lista. Sé que en el momento en que me
acerqué a ti me viste, supiste que estaba ahí. A tus familiares les recorrió un
escalofrío, un mal augurio. Observé como apretaron más fuerte tu mano, como
contemplaron tu rostro, como acariciaron tus cabellos brillantes y yo les
prometí que te mostraría el camino, no es ningún consuelo, lo sé, pero es lo
único que puedo ofrecer.
Solo fue un momento, pero cuando me tendiste la mano de
forma resignada, un pitido constante sonó en la habitación. Y yo no me quedé
allí, ya había contemplado esa situación miles de veces, solo tus ojos miraron
atrás, como muchos habían hecho antes. Supongo que lo siento, como
tantas otras veces que he hecho esto, pero es mi deber.
Las puertas del cielo se abrieron ante tu llegada, tenías
suerte, el Paraíso te esperaba. Te animé a caminar hacia delante, asintiendo
con la cabeza, y con una sonrisa en mis descarnados labios, lo que quizás
compondría una mueca macabra, pero por suerte, la capucha no te permitía ver
nada de mí.
Un brillante ángel se presentó, su mano tendida gentilmente
hacia ti. Aceptaste gustosa la invitación. Antes de que las puertas se cerraran,
el alado me dirigió una mirada de advertencia, como todas las otras veces, me recordaba
que no podía dar un paso más, que no tenía permitido entrar. No hasta que todo
mi trabajo estuviera hecho.
Me di la vuelta, alejando mi vista de la promesa que no
sabía si algún día sería capaz de alcanzar, y extendí la mano por entre la
capa negra para materializar un viejo pergamino, dos nombres más se habían inscrito
en él.
Me marché de allí, mientras volvía a esconder las
esqueléticas manos dentro de la túnica. Tenía trabajo que hacer.
He de confesar que me hiciste sentir algo de pena por la muerte, ¡bien por ti!
ResponderEliminarHay algunas erratas y más que relato, lo veo una reflexión. Es interesante y tiene buen ritmo, me ha gustado, aunque me ha faltado algo (tal vez un giro final sorprendente de trama o personaje). Xa-LFDM
ResponderEliminarGuau, muy buen relato. Da pena por ella, tal como dijo Thia xD Jaja, pero me encantó.
ResponderEliminar-Pao